Huésped de la Tierra hace 195 millones de años, el dilophosaurus era un terópodo que medía aproximadamente 7 metros de largo y 1,60 metros de alto. Podía alcanzar un peso de 350 kilogramos, y era considerado «el terror de principios del Jurásico«. Un rasgo que lo diferenciaba de otros especímenes de su tipo, era una doble cresta ubicada en la parte superior del cráneo, similar a un medio plato, que se sospecha servía para llamar la atención. Asimismo, destacaba su larga cola que era comparable con la del coelophysis, ejemplar con el que comparte otras características.
Han sido encontrados diversos fósiles bien conservados, especialmente en Estados Unidos y China. Gracias a ello sabe que el dilophosaurus era un dinosaurio carnívoro, bípedo y de menor tamaño que un ceratosaurus.
Descubrimiento del dilophosaurus
El hallazgo del dilophosaurus se llevó a cabo en 1942, cuando un indio navajo, Jesse Willian, dirigía un equipo de investigadores de la Universidad de California hacia un yacimiento de restos fósiles, localizado en Arizona. El paleontólogo Samuel Wells lo confundió con un megalosaurus, y en 1954 fue cuando se describió parcialmente.
En 1970, tras dar con el cráneo que lo distinguía, el animal fue bautizado con el nombre con el que se conoce en la actualidad. En su momento, fue estimado como uno de los terópodos más antiguos y en mejor estado.
Características físicas
Aunque los dientes del dilophosaurus tenían forma de sierra, muy parecidos a cuchillos curvados, su mordida era bastante débil, incluso para matar a presas vivas. Es posible deducir que se alimentaba de carroña y que robaba a otros depredadores.
Una teoría moderna de su comportamiento sugiere que el dilophosaurus pasaba mucho tiempo en el agua alimentándose de peces, debido a la forma alargada de su cráneo y sus fosas nasales elevadas.
El cuello era largo y flexible. Es probable que golpeara a sus presas con las mandíbulas abiertas y desde arriba. Sus vértebras proveían de gran resistencia a los músculos ante cualquier impacto. A su vez, los brazos del dilophosaurus eran fuertes y estaban provistos de garras muy afiladas.
Las garras del dilophosaurus servían para sujetar y desgarrar a la presa justo antes de golpearla con el cráneo. No obstante, se cree que este animal no podía mover sus brazos más allá de un ángulo de 30 grados, a pesar de su fuerza.
La cadera del dilophosaurus también era muy endeble, de hecho, la forma de sus patas revela que no podía correr más de 30 km/h en intervalos cortos. Tenía dedos anchos, garras afiladas y un espolón dirigido hacia atrás, como el de las aves.
Usos de la cresta
Una película de la serie “Parque Jurásico” muestra al dilophosaurus con una especie de abanico desplegable en su cráneo. Esta hipotética pieza tendría vivos colores, aunque los del ejemplar real no es posible probarlos. Realmente ha sido un misterio desde los primeros hallazgos de cráneos completos.
También, se le atribuía la capacidad de escupir un veneno potente para inmovilizar a sus víctimas. No obstante, no existe evidencia física que indique la existencia de una membrana que pudiera contener tal líquido o incluso, la posibilidad de escupir.
Tal vez, al igual que algunas aves, la cresta tuviera propósitos de atracción para las hembras. Sostenida por aristas óseas separadas, esta estructura en forma de V contenía muchos vasos sanguíneos que, como en el caso de los estegosaurios, le permitía adquirir un tono rojizo.
Esta característica en particular hacía de la cresta del dilophosaurus un punto débil en el ataque. Se rompía con facilidad, y si el dinosaurio resultaba herido durante un enfrentamiento, podía morir desangrado.
Se estima que la cresta de los machos era más grande que la de las hembras. Que ellas también la tuvieran, sugiere otros usos de la misma. Una piel de matices vibrantes pudo haber permitido que se empleara para intimidar a sus rivales o para crear el efecto contrario: evitar hechos violentos entre ellos.
Investigaciones arrojan como teoría que, al ser un animal piscívoro, la cresta sirviera como método de regulación del cerebro dentro del agua.
Comportamiento del dilophosaurus
Estudios indican que el dilophosaurus vivía en pequeños grupos sociales formados por un macho alfa y muchas hembras. Quizás cazaban de modo similar a los leones, dado que se contaban menos machos. Por otro lado, se cree que las hembras se turnaban para empollar los huevos.
Estando en grupos, les era mucho más fácil abatir y sorprender a una presa. Precisamente su debilidad reforzaría esta hipótesis de que el animal cazaba en reducidas comunidades, especialmente a herbívoros. Incluso, es probable que fuera un asesino implacable y muy rápido.
De la eficacia de su operación dependía su supervivencia. La fragilidad de su cresta podía significar la diferencia entre un buen bocado o una muerte segura. Este punto ha hecho que algunos científicos se replanteen si en realidad era un verdadero depredador. Algunos piensan que se trataba de un herbívoro o un omnívoro cuando mucho, pero aun hay posiciones encontradas en torno a ello.
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