En la sabana y los matorrales de África subsahariana nos encontramos con un animal de características muy particulares. No ha sido bendecido por la naturaleza con el porte de león, ni con el andar elegante de los guepardos, pero sí cuenta con la mordida más fuerte de cualquiera de los animales que comparte territorio con él. Estamos hablando de la hiena, a la que todos conocemos por su sonido característico, similar a una risa aguda.
características de la hiena
Pertenecientes a la familia de los hyaenidae, estos animales son carnívoros y carroñeros. Su aspecto es bastante particular, donde sorprende que sus patas delanteras son bastante más largas que las traseras. Esto les da un aspecto extraño, ya que su lomo va descendiendo, desde el cuello hasta la cola. Esto mismo provoca un andar poco grácil, ya que su cadera se mueve de forma desgarbada.
Poseen el aspecto similar a un perro y existen cuatro especies de hienas. La hiena parda, la rayada, la moteada – también llamada manchada y, por último, el lobo de tierra. La hiena posee orejas grandes y puntiagudas y un detalle distintivo son las rayas horizontales en sus 4 patas.
El sonido que emite la hiena es otro distintivo de este animal. Similar a una risa proveniente de una película de terror, se cree que le sirve para espantar a sus oponentes – otros depredadores – y para mantener a la manada cohesionada cuando atacan.
La dentadura de la hiena es muy potente, esto le otorga una mordedura que le permite trozar sus presas y triturar los huesos. Se dice que la mordida de la hiena es la más potente, dentro de los animales que habitan la sabana africana.
Los hábitos alimenticios de las hienas
Son animales carnívoros y carroñeros. En el caso del lobo de tierra, este se alimenta exclusivamente de insectos, como larvas y termitas. Su principal actividad para obtener el alimento es parasitar en las presas que otros depredadores han cazado. Para ello actúan en manada y se abalanzan sobre el producto de la caza de otros animales como leones, guepardos, leopardos, etc. su accionar llega a espantar a depredadores mucho más feroces que las hienas.
La forma en que las hienas actúan al momento de capturar sus presas, da cuenta de una inteligencia que le permite desarrollar estrategias para enfrentar a depredadores de mayor envergadura. Entre los integrantes de la manada existe toda una cohesión social que es sumamente llamativa.
Reproducción
Para el ritual de apareamiento, los machos de las hienas realizan movimientos corporales a fin de lograr la aceptación de las hembras. Estos animales son polígamos y una vez producido el apareamiento, que se realiza mediante varias copulaciones breves, el período de gestación se extenderá por, aproximadamente, 4 meses.
La hembra dará a luz entre una y cuatro crías, luego de lo cual la hembra esperará entre 12 y 41 meses para un nuevo período de gestación. Las crías, al nacer, tiene un peso de 700 gr. Durante los primeros 3 meses de vida de los cachorros, la hembra sólo los alimentará amamantándolos. Las crías permanecerán 15 meses en su guarida como forma de protegerse de otros depredadores y recién a los 30 meses, saldrá a participar de la manada para obtener su propio alimento.
Existen algunas diferencias entre las distintas especies de hienas, en lo que al cuidado de las crías se refiere. Mientras que el macho de la hiena manchada no participa de la crianza de los cachorros, sí lo hace el macho de la hiena rayada.
Curiosidades en el comportamiento de la hiena
Las hienas se lavan y acicalan de manera muy similar a los felinos, aunque no lo hacen con su cara como podemos observar en los gatos. Las hienas son muy territoriales y marcan este por medio de glándulas anales, no utilizan la orina para hacerlo. A diferencia de los canes, las hienas machos no levantan la pata para orinar.
Cuando la hiena es atacada por otros depredadores actúan de manera diferente, según la especie. Por ejemplo, la hiena manchada se defenderá de manera feroz ante el ataque de leones o leopardos, en cambio la hiena rayada, en caso de ser atacada, simulará la muerte, toda una singularidad de estos animales.
Aunque los estudios paleontológicos han registrado que hace miles de años, los humanos formaban parte de la dieta de las hienas, en la actualidad estos animales prefieren mantenerse alejados de la presencia del hombre. A pesar de ello se han registrado ataques de hienas cuando estos animales detectan la presencia de un niño, alejado del resto del grupo humano.
Algunas tribus que habitan el África subsahariana tienen en la hiena a un integrante de su dieta. Ciertas creencias de origen musulmán le adjudican a la carne de la hiena propiedades medicinales, así como romanos y egipcios creían que este animal poseía propiedades relacionadas con la fertilidad y con el amor.
Deja una respuesta