El coral es un animal marino. Pertenece a los cnidarios, un filo de animales invertebrados, de simetría radial, cuyo cuerpo puede dividirse en diferentes planos. También se le denomina pólipo. Puede sobrevivir de forma casi independiente, pero se asocia estrechamente a las comunidades que crea. Es decir, a los arrecifes de coral que constituyen un tesoro de la biodiversidad marina.
características del coral
Los corales son diminutos organismos de contextura blanda, que cuentan apenas con estómago, boca y tentáculos. Parientes de medusas y anémonas marinas, forman su base partiendo de un fuerte esqueleto de cal que los protege. Se pueden agrupar en centenares o miles de ejemplares denominados zooides.
Es importante aclarar que la palabra “coral” no hace referencia a una taxonomía en específica. Por el contrario, se emplea para hablar de antozoos de forma global, sin distinciones entre aquellos de esqueleto duro (acroporas) o flexible (alcyonacea.) Vale decir también, que la variedad dura cuenta con una subdivisión: pólipo corto y duro (SPS, según sus siglas en inglés) y pólipo largo (LPS, por sus siglas en inglés).
¿Cuántos tipos de coral existen?
Los especialistas consideran que hay cerca de 70 mil especies diferentes, presentes en los océanos de todo el planeta. Abundan en las regiones cálidas y propias del trópico. La diversidad de sus especies puede segmentarse según la cantidad de tentáculos que posea. Si tiene ocho se les denomina Alcyonaria, pero si supera esa cantidad, se consideran Zoantharia. El coral vive máximo 30 años, aunque otros apenas alcanzan el trimestre de vida. Esto dependerá de su especie y rol dentro del ecosistema.
¿Cómo se forman los arrecifes?
Todo comienza con un coral anclado a una piedra marina. Poco a poco va dividiéndose en centenares o miles de “copias”. La parte caliza de los animales va creando conexiones mutuas, armando una colonia que funciona al mejor estilo de los hombrecitos verdes de Toy Story, como un único organismo.
El coral es realmente un animal translúcido. El espectáculo de colores que ofrece lo aportan las incontables algas, zooxantelas, que tienen como huéspedes. Al «estresarse» por la subida de las temperaturas o la contaminación, desalojan a las algas. Este proceso recibe el nombre de blanqueamiento y tiene la capacidad de matar al arrecife. Por ende, es necesario que disminuya el estrés.
¿Dónde habitan?
El coral es autóctono de las aguas del trópico. Es común que se encuentre próximo a la región costera, dado que la luz solar incide con más facilidad en las algas. Las aguas transparentes y de escasa profundidad son las mejores para su desarrollo.
Por lo regular, se encuentran corales a menos de 60 m de profundidad. Debido a que favorecen el crecimiento de las algas. Durante la fotosíntesis, estas le ofrecen los nutrientes necesarios al coral. En cambio, el que carece de la simbiosis con las algas, vive a mayor profundidad y con menores temperaturas. Algunos incluso se hallan a 3 mil metros de profundidad.
¿Cómo se alimentan?
Está provisto de tentáculos tan penetrantes, como venenosos. Los extienden al anochecer para trocear y consumir zooplancton, así como diminutos peces. Los pólipos tienen un comportamiento similar al de una panta. Permanecen en un único sitio, aprovechando allí la energía solar. Sin embargo, son miles de peces, microorganismos y otros animales, que hacen del arrecife su nuevo hogar.
Un arrecife está rebosante de vida, pues “hospeda” a cerca del 25% de los animales marinos que existen. Lo que resulta asombroso, considerando que representa apenas 1% de la superficie del océano.
En peligro
La cantidad de arrecifes cae en picada a nivel mundial. Los factores son múltiples: la extracción de pólipos, contaminación marina, sobrepesca, excavación, etc. También existen otros como el incremento de las temperaturas marinas, el alza del nivel de mar y la acidez del océano, estos últimos ocasionados por el efecto invernadero. Para finales de la década de los 90, murieron 16% de los arrecifes, por el incremento de las temperaturas del mar.
Un cambio de 2ºC o alteraciones en la salinidad, son suficientes para diezmar a estos animales. Datos alarmantes arrojan que 10% de los arrecifes del planeta están muertos. Mientras otro 60% corre peligro por la acción humana.
Según el pronóstico de expertos, para el 2030 posiblemente quede apenas 50% de los arrecifes. Numerosas naciones están tomando medidas para protegerlos
Algunas curiosidades del coral
- Los arrecifes conocidos como “barrera” deben su nombre a la protección que brindan a las aguas de escasa profundidad. Se convierten en auténticos escudos para una gran diversidad de flora y fauna marina. 900 diminutos arrecifes componen la gran Barrera de coral. Estas comunidades de corales ayudan a la industria pesquera, facilitándole los pececillos usados como cebo. De manera que los pescadores puedan atrapar a ejemplares como el atún.
- Podrían ayudar a tratar a los pacientes cancerígenos. Expertos buscan “cosechar” partes de estas comunidades para desarrollar medicamentos.
- Además de ser el hogar de múltiples especies, fungen también como el lugar perfecto para que animales y peces desoven, porque mantieneb a raya a los depredadores.
¿Cómo benefician al ecosistema?
Al formarse una nueva comunidad de corales, se estabiliza el fondo marino. Facilitan la sobrevivencia de la flora marina y conservan la temperatura de las zonas costeras. Asimismo, optimizan la calidad de las aguas, actuando como filtros porque retienen los desperdicios que flotan en el mar. De forma sorprendente, los arrecifes colaboran a equilibrar la cantidad de monóxido de carbono.
Por ende, su aporte al ecosistema y al hombre es realmente imprescindible. La temperatura aconsejable para su desarrollo se encuentra entre los 20 y los 27ºC. Prefieren crecer en lugares donde haya fuertes corrientes u ondas.
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