La tierra cuenta con una variedad de especies, muchas de ellas desconocidas o poco estudiadas. Una de ellas es el celacanto, un pez que la ciencia creía extinto desde hace 65 millones de años. No obstante, en 1938, un pescador capturó por azar un ejemplar, a unos 60 metros de profundidad, en la desembocadura del río Chalumna, al Sur de África.
Los coelacanthiformes o celacantos se creían desaparecidos desde el período cretácico, pero el individuo encontrado fue analizado por J. L. B. Smith, miembro de la Rhodes University de Grahamstown, en Sudáfrica, quien concluyó que se trataba de un espécimen su grupo. abriendo paso a una serie de discusiones sobre su progreso y participación en la evolución de otras especies.
Se le nombró latimeria chalumnae, en alusión al río chalumna, y a la encargada del museo de East London, Marjorie Courtenay Latimer, quien lo envió junto con dibujos, al notar la rareza del animal. Los bocetos fueron esenciales para su descripción, pues únicamente el esqueleto del animal llegó a manos de Smith.
Se conocen sólo dos especies de celacantos, uno que existe en las adyacencias de las Islas Comores, frente a las costas orientales de África, y la otra hallada más recientemente (1998), en las aguas de la isla Sulawesi, en Indonesia.
Algunos científicos opinan que las particularidades del celacanto revelan fases originarias de la evolución de los peces a animales terrenales de cuatro patas, como los anfibios.
CARACTERÍSTICAS celacanto
El aspecto del celacanto que se ve en la actualidad, es muy parecido al de sus ancestros de casi 300 millones de años atrás. Un rasgo asombroso de este pez son sus pares de aletas lobuladas extendidas desde el cuerpo hacia afuera, semejantes a unas patas, que se agitan sucesivamente. Asimismo, una coyuntura intercraneal que le posibilita expandir su boca de forma que traga presas de buen tamaño.
El celacanto es poseedor de un canal conocido como notocordio, que está lleno de un líquido aceitoso, que realiza las funciones de médula ósea. En contraste con la mayoría de los peces óseos, tiene gruesas escamas que recubren las aletas y que sólo se veían en peces ya desaparecidos. Tiene un electro sensor en el rostro, específicamente en su hocico, que probablemente emplea para ubicar a sus presas.
Son peces de una gran longitud, ya que pueden medir de metro y medio a dos metros. Su peso puede sobrepasar los 68 kilogramos, y viven unos 60 años. Su color va de un pardo, en el pez asiático, a un azul intenso, en el pez africano. Lucen manchas blancas características que permiten identificar ejemplares concretos.
El celacanto es un animal esquivo abisal que vive en fondos de hasta 700 metros. No se conoce de cuántos ejemplares es su población. No obstante, estudios realizados en las comores revelan que pueden quedar sólo unos 1000 en esas aguas, por lo que se cree en peligro de extinción.
HÁBITAT del celacanto
Siendo parientes de los viejos celacantos, los actuales gozan de una forma de vida muy disímil. Se han adecuado a las aguas profundas de la costa africana y de Indonesia, donde los cambios han sido escasos a lo largo de milenios. Coexisten en bóvedas ecológicas que le han permitido subsistir con los Teleósteos, es decir, la mayoría de los peces y formas bastante evolucionadas.
Los celacantos son depredadores noctámbulos que durante el día están guarecidos en cuevas ubicadas en zonas recónditas, que pueden llegar a 150 o 300 metros de profundidad. Suben a la superficie por las noches, alimentándose de peces en los arrecifes, crías de tiburones, anguilas, calamares y otros.
Algunas de las cosas que se cree contribuyeron a su supervivencia es la capacidad que poseen de ralentizar su metabolismo cuando lo requieren. Pueden entrar en territorios pocos habitados y más hondos, disminuyendo sus exigencias nutricionales al máximo, alcanzando un estado de sopor, si la comida escasea.
REPRODUCCIÓN del celacanto
Del celacanto se desconocen muchos datos, como por ejemplo, su comportamiento reproductivo, aunque se piensa que alcanza su madurez sexual antes de llegar a los 20 años. Su forma de reproducción es ovovivípara, los huevos permanecen dentro de la hembra hasta su eclosión, y consiguen medir unos 10 cm de largo y pesar unos 300 g.
El tiempo de gestación es de unos trece meses, después de los cuales la hembra expulsa de unas 5 a 25 crías, suficientemente desarrolladas y preparadas para mantenerse o subsistir, sin que necesiten ningún tipo de cuidado parental.
SITUACIÓN ACTUAL del celacanto
El futuro del celacanto no es muy claro. Ha logrado mantenerse a todas las grandes pérdidas sucedidas en 400 millones de años, pero debido a la acción de la mano del hombre, corre el riesgo de desaparecer. Esta situación puede frenarse estableciendo protecciones en las costas de las islas Comores.
El descubrimiento de celacantos en Indonesia es un alivio para la conservación de la especie. No obstante, es preciso implementar medidas para evitar el saqueo de este archipiélago y así favorecer la supervivencia de este animal.
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