El bogavante se lleva el premio como el crustáceo de diez patas de mayor tamaño del Mediterráneo y el Atlántico. Tiene como parientes cercanos a la cigala y a la langosta americana. Mide alrededor de 60 cm de largo, sus poderosas pinzas y su caparazón con espinas lo diferencian de la langosta. En el ámbito científico se le conoce como Homarus gammarus. Es miembro de los nefrópidos, y posee una esperanza de vida de 50 años.
Existen dos especies de Homarus, siendo la Homarus gammarus la versión europea y la primera en descubrirse. A la variedad americana se le denomina Homarus americanus. Se diferencian básicamente por su tonalidad. La europea es negra-azulada con manchas claras y la americana rojiza. Esta última es más abundante que la primera. Ambas caminan, pero también nadan trayectos breves.
Características del Bogavante
Ocho de las 10 patas del bogavante están ubicadas en el tórax. Llama la atención lo pequeñas que resultan en comparación con su complexión, pero le otorgan la movilidad necesaria. El primer dúo de patas está «coronado» por dos grandes pinzas que se complementan. Una tiene bordes afilados y le ayuda a cortar, y la otra cuenta con potentes dientes que ejercen una función trituradora. Si llegase a perder su pinza izquierda, en la próxima muda la pinza cortadora pasará a triturar. Con el paso de las mudas la pata carente de pinza formará una nueva para cortar. De allí que se convertirá en diestro forzado por la necesidad.
En las pinzas se encuentra una carne especialmente apreciada en el mundo gourmet, dado que es sumamente tierna al paladar. En su testa aguarda cuatro antenas, dos más largas que las otras. Además, posee un caparazón fuerte, largo y firme. Vale decir que la zona del tronco es tersa, mientras su abdomen se segmenta en siete anillas. Destaca su cola, que tiene forma de media luna.
El peso del bogavante puede variar de 500 gr a 1 kg, sin embargo hay ejemplares de 4 kg. Las mudas representan un indispensable para su crecimiento.
Actitudes y alimentación del bogavante
Este animal tiene su pico de actividad en la noche. Aprovecha la oscuridad para salir a por un «bocadillo». Se dará por satisfecho si se hace con peces muertos, sepias, gusanos, mejillones, almejas, ostras o sepias. Algunos han demostrado actitudes caníbales, comiéndose entre sí.
hábitat
El bogavante se desenvuelve en las profundidades rocosas del Atlántico, el Mediterráneo y el Mar Negro. Puede estar a 50 o 150 metros. Saca partida de las cuevas y fisuras de piedra para instalar su hogar, aunque también le agradan los lechos de arena y grava. Sus favoritas son las aguas que varían de 15ºC a 22ºC.
reproducción del Bogavante
Se dice que el bogavante arriba a su madurez sexual a los seis años de edad. Después de que la hembra muda de exoesqueleto, comienza la fase de apareo, coincidiendo con el término del verano. Ocurre de forma bianual, en aguas con altos niveles de salinidad.
El bogavante macho suelta espermatóforos que conforman un saco. La hembra lo acoge conservándolo en su fuente seminal por un año. De esta manera lo fecunda hasta el próximo verano, cuando lo desova.
En su vida, una hembra puede desovar alrededor de 100 mil huevecillos. Estos permanecen “pegados” al abdomen materno por 10 o 12 meses. Incontables hembras resultan atrapadas siendo jóvenes, cuando han sido incapaces de poner un número considerable de huevos. Eso limita su población.
Las pequeñas crías del bogavante nadan o permiten que la corriente las arrastre durante cinco semanas. Luego, finalmente, podrán encontrarse en las profundidades marinas, para completar sus diferentes fases de desarrollo. La larva es planctónica, al cabo de 21 días busca un territorio propio. Se estima que los especímenes jóvenes prefieren los depósitos espesos para hacer su madriguera. La UICN califica a este animal entre las especies de Preocupación Menor.
¡Como protagonista del menú!
Al bogavante se le estima como el mejor de los crustáceos en el ámbito culinario, superando a la langosta. Los expertos valoran muy bien la textura de su carne y el sabor. Puede cocinarse al vapor, al horno o a la parrilla. De igual manera, quedará delicioso presentado como sashimi o frío.
Datos curiosos
Tienen un desarrollo paulatino. Muda con frecuencia de capazón, aunque tales cambios se espacian conforme va alcanzando la adultez. Cuando se tiene al bogavante en viveros, se atan sus patas para prevenir que se coman entre sí. Es común que comparta «casa» con el congrio, pues se crea una simbiosis. El pulpo intenta depredar al bogavante, pero el congrio aprovecha para comerse al depredador.
El pesado caparazón lo limita para nadar. En contrapartida, resulta una buena armadura frente al oleaje en la región costera arenosa. Allí donde se refugian debajo de las rocas.
España cría en cautividad a “Tijeritas”, el ejemplar de mayor tamaño en tales condiciones. Supera los 9.5 kg, y se estima que pasa los 15 años de edad.
Deja una respuesta