La ardilla es un pequeño roedor con una simpatía extrema. A menudo podemos ver cómo en diferentes películas o tiras animadas este animal se convierte en el gracioso o aquel que siempre está metiendo en líos a los demás es decir, que hace muchas más travesuras que el resto. Sin embargo, este ejemplar de la familia de los Sciuridae tiene mucho más que ofrecernos y por ello en este artículo queremos que estés al tanto de cada uno de los puntos que creemos que te pueden conmover. ¿Te animas a saber más sobre este pequeño “salvaje”?
¿Cuáles son las características comunes de la ardilla?
Antes de hablar de las características comunes de la ardilla debemos saber que existen diferentes ejemplares de este mismo animal y que cada uno de ellos cuentan con unos puntos específicos pero nosotros nos vamos a centrar sobre todo en lo que está relacionado con la ya mencionada “ardilla común” y todos esos detalles que seguramente, estás deseando descubrir.
La ardilla es un mamífero de pequeño tamaño que tiene un cuerpo medio alargado y particularmente estrecho. Su cola es medianamente larga y está bien poblada de pelo y de hecho, es una de las grandes características de este pequeño roedor. El cuerpo de una ardilla en sí puede medir entre los 19 y 24 centímetros a los que después debemos añadir la cola que son entre 15 y 20,5 centímetros más.
El color de la ardilla suele ser marrón pero dependiendo de algunas de las partes de su cuerpo estaremos en tonos más claros o más oscuros. En el caso de la espalda por ejemplo, puede ser pardo o semi rojizo apoyado por un vientre de color blanco.
Las características físicas de la ardilla también hay que tenerlas en cuenta en función de si estamos en verano o en invierno, ya que en respecto a la abundancia de pelo en la época fría son mucho más abundantes porque ciertamente, tienen la finalidad de proteger al animal contra las heladas o similares.
El hábitat de las ardillas
Los espacios en los que se distribuye este pequeño roedor son normalmente zonas sombrías de los bosques de coníferas aunque también puede dejárseles ver en los bosques de hoja caduca y suele ser mucho más frecuente en los espacios de baja montaña que en las grandes altitudes dónde buscan los bosques jóvenes y atrapados dentro de sí mismos.
La ardilla es un animal que se cría en nidos y tiempo más tarde, vive sobre ellos. Su casa está habitualmente colocada en las ramas de los árboles (en el medio o en las partes más altas) y los nidos en sí están estratégicamente creados con dos orificios para que, en el caso de peligro, haya opciones por dónde las que poder escapar.
En relación a los espacios en los que podemos encontrarnos las ardillas, la Península Ibérica es el lugar en que más podemos verla aunque su distribución es bastante uniforme, ya que en sitios como las Islas Baleares o las Islas Canarias no podemos localizarlas.
¿Qué es lo que come una ardilla común?
Con tan solo apresurarnos a la palabra roedor ya más o menos podemos imaginar qué es lo que come este simpático animalillo. Las semillas de los árboles podría considerarse como el gran sustento de su gastronomía, ya que es lo que más come de todo lo que se le ha estudiado en todo este tiempo de existencia. No obstante, también pica de los huevos de pájaro o de algunas pequeñas lombrices (esto en los menores casos) que se encuentren en la corteza de la rama en la que se encuentra su nido.
La ardilla es un animal bastante ágil a la hora de conseguir alimento, ya que tiene costumbre de andar de aquí para allá siempre corriendo de un lado para otro como si no hubiese mañana aparente. La alimentación es una de las actividades que tiene más importantes en su haber porque tampoco estamos hablando de una especie que relacione mucho con el resto o que tenga ganas sociabilizar con los demás.
De todos los animales salvajes que conocemos como pequeños roedores, la ardilla suele ser el que más se adapta al hábitat de los seres humanos. El último punto que queremos tratar sobre esta especie es que cada vez hay más ejemplares que se domestican y hacen de compañía general a las personas.
La ardilla es un animal de características bastante sencillas además de un animal muy tranquilo por lo general por tanto, no debemos tener miedo a disponerla con nosotros porque seguramente estemos ante una especie que nos haga sonreír y con la que tengamos mucho que compartir.
No obstante, debemos de saber que estos modelos de ardilla son aquellos que se encuentran ya revisados y que han estado tratados por personal especialista y no cualquiera que se presente directamente de los bosques de coníferas.