Pequeña y vistosa, la vaquita marina (Phocoena sinus) es un mamífero oceánico parecido al delfín. También llamada “cochito” o “panda marino”, es un cetáceo odontoceto (presencia de dientes en lugar de barbas), perteneciente a la familia Phocoenidae.
Fue descubierta en 1958, y descrita por primera vez en 1985, por lo que aún no se conocen con detalles específicos del estilo de vida y comportamiento de esta especie, ya condenada a la extinción.
Características de la Vaquita marina
La vaquita marina es uno de los cetáceos más pequeños del mundo, y una de las marsopas más raras que existen. Mide 150 centímetros de largo y pesa 50 kilógramos.
Se caracteriza por la coloración negra que presenta alrededor de sus ojos y sus sobresalientes labios, de la misma tonalidad, que le dan una apariencia risueña y divertida.
La parte superior de su cuerpo es gris oscura y la inferior gris claro, casi blanca. Posee una línea negra vistosa que parte de cada aleta y va hacia al frente, hasta llegar a la altura del labio inferior. Sus aletas son proporcionalmente más grandes que las de otras marsopas.
Son extremadamente tímidas, por lo que ocurren pocos avistamientos al año. No saltan tanto como los delfines, sino que emergen unos cuantos segundos para tomar un poco de aire.
Hábitat de las vaquitas marinas
La vaquita marina es exclusiva de México. Su hábitat se encuentra en el norte del Golfo de California, desde las costas altas del Mar Cortés, entre Sonora y Baja California.
Prefiere vivir en lagos turbios de pocas profundidades a lo largo de las costas, razón por la cual tiende a quedar atrapada en redes, o fallecer ahogada o por heridas ocasionadas por el roce con objetos penetrantes. Rara vez nada a más de 30 metros de depresión.
Elige las aguas turbias porque poseen un alto contenido de nutrientes que atraen a pequeños peces, calamares y crustáceos que les sirven de alimento
A diferencia de otras especies, que suelen emigrar para aparearse o reproducirse, las vaquitas marinas optan por quedarse en un mismo lugar, dificultando las tareas de rescate.
Alimentación de la vaquita marina
Se ha descubierto que la vaquita marina busca su sustento cerca de las lagunas. Escoge demersales y bentónicos (comunidad formada por los organismos que habitan en los ecosistemas acuáticos como plancton y necton).
De igual forma, consume peces y calamares como corvinas y truchas.
Así como lo hacen otros cetáceos, la vaquita marina puede localizar su presa guiada por los sonidos de sus movimientos.
Comportamiento y ciclo de reproducción
La vaquita marina se vale de la ecolocación para comunicarse y navegar, es decir, de los sonidos agudos que emiten, y le permiten calcular la distancia en la que se encuentran sus objetivos.
No son especies muy amigables, por lo que evitan a toda costa acercarse a los barcos. Suben a respirar lentamente y luego desaparecen de manera súbita.
Suelen ser ejemplares solitarios. Solo se les ve acompañados de sus crías. Es la única especie de marsopas que vive en aguas calientes.
De lo escasamente investigado por especialistas y biólogos marinos, se cree que la vaquita marina puede llegar a vivir aproximadamente 20 años en condiciones ideales.
Alcanza su madurez sexual al cumplir los tres años de edad y, llegado el momento, puede llegar a ser muy competitiva durante la etapa de apareamiento.
La reproducción ocurre a finales de primavera o principios de verano, entre los meses de abril y mayo. Su período de gestación es de 10 a 11 meses. Tiene una única cría.
Da a luz cada dos años, y los bebés nacen midiendo entre 71 y 78 centímetros de largo, y con 7 kilos y medio de peso. Son amamantados de seis a ocho meses, hasta que puedan valerse por sí mismos.
la Vaquita marina, un animal En peligro de extinción
Desde el siglo pasado hasta la actualidad, la población de vaquitas marinas ha ido decreciendo.
En el 2014 se estimó que quedaban 97 ejemplares. Para el 2016 la reducción fue de un 40%, registrándose una comunidad de solo 60 de estos cetáceos.
Hoy día, según el último reporte del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA), solo quedan 30 especies, por lo que se calcula que su presencia decayó en un 90% en los últimos cinco años.
Si no se revierte la situación, los expertos estiman que en 36 meses la vaquita marina desaparecerá, convirtiéndose en el segundo cetáceo, después del baiji o delfín chino, en extinguirse.
La principal amenaza de la vaquita marina son los pescadores de la zona en la que habitan, quienes la capturan accidentalmente por el uso de redes de arrastre, que utilizan para capturar otros animales, como el pez totoaba, cuya vejiga natatoria se comercializa en Hong Kong (China).
Hasta el momento, al menos 10 países se han unido para exigirle al gobierno mexicano que tome medidas urgentes de protección para esta peculiar especie, una de las seis variedades marsopas que hay en el reino animal.
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