De plumaje llamativo y canto ensordecedor, así es el arrendajo, un pequeño pájaro que surge de la familia Corvidae, cuya presencia está expandida prácticamente en los cinco continentes, teniendo mayor representación en Europa, Asia y África.
Debido a su rápida reproducción, el arrendajo no es un ave amenazada en peligro de extinción, al contrario, cada vez se localizan más especies relacionadas al género que pertenece que es el Garrulus, siendo la especie más común el Garrulus glandarius o mejor conocido como arrendajo euroasiático.
El arrendajo se desplaza a distancias cortas y siempre anda acompañado por su pareja o en grupo, los cuales se posan en los árboles más frondosos donde construyen su nido para tener a sus crías. Mueve sus alas de una forma muy rápida e irregular, de allí que no vuela muy lejos, y le gusta emitir diferentes sonidos, incluso hasta copia los que hacen otras aves.
Como es muy activo durante todo el año, el arrendajo es omnívoro y tiene una alimentación bastante variada, pues come desde insectos hasta semillas, las cuales guarda celosamente en verano para después nutrirse en la época de invierno.
Características del arrendajo
El arrendajo tiene un cuerpo pequeño, puede alcanzar unos 35 centímetros de longitud y hasta los 58 centímetros al abrir las alas, no llega a los 200 gramos de peso, y tanto la forma de su esqueleto como de las alas es redondeada.
El penacho de este pájaro es muy atractivo por las coloraciones que presenta. En general sus plumas son de marrón a gris, llegando a rosadas. En la parte de arriba de la cabeza tiene manchas blancas y negras, mientras que en las alas tiene franjas azules, negras y blancas. Entre la garganta y el pecho es blanco y posee bigotes negros detrás del pico.
El arrendajo es uno de los pocos pájaros que tiene los ojos azules con el iris blanco y las patas son cortas, delgadas y marrones.
Hábitat y ubicación
Al arrendajo le gusta convivir en los bosques donde hay bastantes árboles frondosos, pues es allí de donde saca sus alimentos y construye su nido, el cual suele ubicar en la parte superior del árbol. Para ello, el ave se encarga de buscar muchas ramitas finas, las cuales ubica una encima de otra y las asegura en su interior con raíces de los árboles.
El arrendajo está presente en África, Asia, Europa y parte de América. Según investigaciones, en España hay al menos tres especies habitando en diversas regiones: lusitanicus, que va de Portugal a Galicia, y entre Castilla y León; glandarius, que está desde el norte de la península hasta los Pirineos; y fasciatus, la cual se reúne con la especie anterior y anda por la franja del mediterráneo.
Es un tipo de ave sedentaria y no migratoria, al contrario, se quedan a vivir en la misma zona donde van creciendo, por lo que sus vuelos son cortos. Los meses de septiembre y octubre son las épocas cuando más se les puede ver volar en bandadas.
Reproducción del arrendajo
Una vez que el arrendajo construye su morada, entre abril y junio viene el proceso de reproducción, el cual sucede una sola vez al año.
En esa etapa pone de 4 a 9 huevos, verdosos, que son incubados por la mamá entre 16 y 18 días. Al salir del cascarón, las crías se quedan allí por unos 22 días más y luego se van del nido, pero se mantienen cerca de sus padres mínimo unas seis semanas más mientras ellos los alimentan. Una vez que se independizan por completo, continúan unidos al grupo familiar.
Alimentación del arrendajo
El arrendajo come lo que encuentre en su habitad. Entre la primavera y el verano aprovecha para consumir todo tipo de insectos y pequeños vertebrados, entre ellos orugas, lombrices, musarañas, saltamontes, lagartijas y hasta huevos y crías de otras aves, además de los frutos que halle a su paso.
Al llegar el invierno se ocultan sus posibles presas, entonces el arrendajo se nutre de castañas y bellotas (estas son sus favoritas) las cuales, además de comer, guarda una reserva en algún escondite para alimentarse cuando lo requiera.
Como este pájaro no le tiene miedo al ser humano y se adapta a la convivencia en zonas urbanas, no repara en escarbar la basura para hallar algún nutriente que lo mantenga saciado.
Es normal que el arrendajo se pegue del suelo donde hay un hormiguero y erice sus alas para hacer que lo ataquen las hormigas y le esparzan ácido fórmico; con esta acción logra que ellas se coman las bacterias que tiene el pájaro en su cuerpo, como un servicio de aseo.
Cantador
Si hay una característica que identifica a los arrendajos es la diversidad de sonidos que emiten constantemente, lo que hace que se pueda saber de su presencia sin siquiera ubicarlos.
Se trata de un chillido estruendoso que emiten como sistema de defensa ante cualquier tipo de peligro, de allí que pueden cantar, hacer chasquidos y hasta como un tipo de maullido. Además, se dice que imita los sonidos que hacen otros tipos de pájaros y el grito de otros animales, y que es de allí de donde proviene su nombre, porque “arrendar” en castellano también significa imitar.
Aunque, cuando finaliza el invierno, el arrendajo hace un canto de celo que es bastante discreto en comparación con sus sonidos comunes, y se escucha como un traqueteo irregular, similar al que emiten las currucas.
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