Pihuel, ñanco y busardo dorsirrojo son nombres alternativos para el aguilucho común (Geranoaetus polyosoma). Se trata de un pájaro rapaz, perteneciente a la familia de los accipitriformes, que muestra un comportamiento bastante activo durante el día. Su pico poderoso, prominente y con forma de gancho, lo ubica entre las 200 variedades más conocidas de accipítridos, un grupo de aves de distribución mayormente cosmopolita.
Ese potente pico le resulta muy útil para despedazar la carne de sus «bocadillos», incluyendo la carroña. Asimismo, posee una visión bien desarrollada, que le ayuda a detectar a sus presas a grandes distancias. Actualmente la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica al aguilucho común como una especie de preocupación menor.
Características del aguilucho común
En el aguilucho hay dimorfismo sexual. La hembra mide 54 centímetros y el macho sólo 47. Su testa, lomo y alas son grisáceos, mientras que su pecho, vientre y garganta lucen níveos.
Su cola tiene una línea opaca en el extremo. La hembra se diferencia por una mota café en el lomo y hombros. De igual manera, su cola tiene finas líneas de un matiz carbón en dirección horizontal. Los polluelos son de plumaje canela.
Hábitat
Constituye una especie autóctona de la región norteña de Ecuador y Colombia. Asimismo, se puede observar al aguilucho común atravesando los cielos peruanos, paraguayos, uruguayos, argentinos y chilenos.
Frecuenta las áreas costeras o bajas pertenecientes a la Cordillera andina. Le rehuye a las áreas selváticas, inclinándose abiertamente por bosques abiertos, estepas o áreas de abundantes arbustos. También disfruta de espacios montañosos o rocosos, donde su desarrollada vista-que abarca los 2 mil msnm-le permite cazar.
alimentación
Al aguilucho común se le reconocen sus dotes de cazador. Generalmente vuela haciendo círculos sobre la presa de turno. Al seleccionarla, cae en ángulo inclinado para asestarle un golpe con sus potentes garras en su espalda.
Busca arácnidos, bichos, lagartos compactos, roedores y anfibios. A ellos se suman la paloma, perdiz, y diversas aves. Según la opinión de los expertos, el tamaño de la presa no le importa al aguilucho común. Éstas pueden ser diminutas o de la proporción de un conejo. Sin duda, la carroña entra también en su menú.
Comportamiento del aguilucho común
En sus planeos, se pueden apreciar sus alas al detalle, pues el aguilucho las despliega en su totalidad. Su vuelo es acechante y contrae sus alas con veloces aleteos durante el tiempo de caza. Lo hace en bajas y medias alturas. En ocasiones se le ve formando una «V» en vuelos ligeros.
Su confianza es notoria, pues opta por descansar encima de postes y matorrales al borde de los caminos. Como dato curioso, sus conductas son solitarias. Cuando mucho acepta la presencia de otro ejemplar.
Reproducción del aguilucho común
Ante la escasa información de su apareamiento, un grupo de expertos decidió monitorear a un par de parejas en cautiverio. Las observaciones ocurrieron desde 2010 hasta 2012 en un centro español.
Las conclusiones de esa investigación demostraron que los ejemplares de aguilucho común se aparearon durante la primavera, a semejanza de las aves rapaces que se hallan en la naturaleza. Su incubación es menor a los 40 días, y tienen máximo dos huevos por vez.
Los huevecillos son muy pequeños. Suelen medir 56,8 mm de alto por 42.6 mm de ancho. Tienen un matiz blanco desgastado con motas grises y otras rojizas e irregulares. Se estima que tardan en eclosionar desde 12 hasta 60 horas. Si alguno muere en el proceso, provocará una puesta sustitutiva.
La incubación constituye una tarea de la hembra. Sin embargo, el aguilucho macho se ocupa de que ella coma bien mientras eso sucede. Al nacer las crías ella se ocupa de alimentarlas, y para ello sale a cazar.
Al desarrollar plumas propias, será tiempo de que los pichones abandonen por primera vez el nido. Saldrán de «paseos» con los papás, pero éstos seguirán dándoles el alimento hasta que los pequeños sean hábiles cazadores. Entonces, alcanzarán su independencia.
Los expertos que llevaron a cabo el estudio, controlaron a diario el crecimiento de cinco pichones durante más de un mes. De tal manera, que pudieron constatar que su peso incrementaba paulatinamente en los primeros diez días. El crecimiento se aceleró a partir del décimo día y se mantuvo así hasta cumplido el mes. Pero de allí en adelante fue disminuyendo el ritmo. Todavía existen inseguridades de la confiabilidad de tales datos, puesto que las condiciones del cautiverio pueden influir en el proceso de desarrollo del animal. Quizás hacen falta pruebas para verificar su avance estando en libertad.
La construcción del nido
La naturaleza muestra su perfecto equilibrio en el rol de cada aguilucho en la edificación de su guarida. El macho consigue los materiales para el hogar, mientras su compañera hace y arregla el nido. Tiende a elegir plumas y ramas, y como locación seleccionan los arbustos. El tamaño alcanza el metro de circunferencia.
Hay muchos tipos de aguiluchos. En un sondeo en Internet se pueden ver nombres como aguilucho cenizo, aguilucho pálido, aguilucho lagunero y aguilucho colorado, entre otros.
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