La mitocondria viene a ser un orgánulo celular cercado por un revestimiento doble, que contiene enzimas. Estas permiten la realización de procedimientos esenciales para la obtención de una mayor cantidad de ATP o Adenosín trifosfato, requerido por la célula.
En el pasado existieron varios términos para referirse a las mitocondrias. Algunos fueron: korner, sarcosomas, blefaroplasto, condriómitos, condriosomas, gránulos fucsinofílicos, mitogel y bioblastos, entre otros.
Desde 1880 hasta 1963, aproximadamente, se efectuaron múltiples descubrimientos. Estos permitieron sistematizar, vincular y unir los términos para determinar las particularidades y las tareas mitocondriales.
¿Cómo se originan?
El aumento y división de mitocondrias existentes, permite el nacimiento de otras. Es decir, cuando una de ellas sufre su normal proceso de desarrollo y división, produce un orgánulo, porque es capaz de replicarse a sí misma.
Se pueden dividir mediante cualquiera de estos mecanismos: gemación, bipartición y estrangulación. Las originadas no surgen con formas jóvenes, siempre manan con formas maduras. Al grupo total de mitocondrias de una célula se le designa condrioma celular.
Cada organismo tiene un número concreto de ellas, con marcadas diferencias. De hecho, ciertas células no ostentan mitocondrias o tienen una sola. También hay células que pueden tener miles.
Morfología de las mitocondrias
En casi todas las células eucariotas se localizan mitocondrias. Son orgánulos semiautónomos, puesto que poseen mitorribosomas, ADN y las enzimas precisas para la replicación, transcripción y traducción.
Miden de 0.5 a 1 micrómetros de diámetro y hasta 7 micrómetros de largo. No es fácil definir su forma porque son muy versátiles. Se modifican, fraccionan y aglutinan. No obstante, se les considera cilíndricas.
Están compuestas por dos membranas que la rodean (externa e interna). Los pliegues de esta última crean configuraciones denominadas crestas. Ambas tienen funciones y actividades enzimáticas bien diferenciadas. Entre ellas se delimita un espacio intermembranoso y la matriz mitocondrial. Cada una de las partes estructurales citadas cumple labores especiales.
Caracterización de la membrana exterior de la Mitocondria
Se trata de una bicapa lipídica que tiene poros, a través de los cuales se filtran metabolitos, polipéptidos e iones. Sus funciones de transporte o enzimáticas son escasas. Su contenido de proteína oscila entre 60 a 70%.
Caracterización de la membrana interior
Esta mucosa es más abundante en proteínas, con un 80%. Además, es rica en cardiolipina e impermeable. En ella hay abundantes enzimas complejas y procedimientos de transferencia transmembrana involucrados en el desplazamiento de moléculas.
Caracterización del espacio intermembranoso de la Mitocondria
Variadas enzimas se ubican en este espacio. Son intervinientes en el traspaso de conexión de energía del ATP. Tal como ocurre con la creatina quinasa y la adenilato quinasa.
Caracterización de la matriz mitocondrial
Varios trayectos metabólicos fundamentales en la vida ocurren en esta matriz. Se citan el ciclo de Krebs y la beta-oxidación de los ácidos grasos. También los aminoácidos se oxidan y se descubren respuestas de la síntesis de urea y grupos hemo. En la matriz se localizan proteínas, ARN y ADN.
Funciones de la mitocondria
Las mitocondrias tienen a su cargo la elaboración de 90% o más, de la energía requerida por el cuerpo para conservarse vivo. Ejecutan la respiración celular y aportan energía a la célula. Como si fuera poco, participan en muchos procesos. Entre estos destacan la señalización, diferenciación y muerte de las células. Como se observa, controlan el ciclo y la evolución de las mismas.
De las significativas labores de las mitocondrias se resaltan la oxidación de metabolitos y la producción de ATP. La misma ocurre por medio de fosforilación oxidativa.
Adicional a todo esto, las mitocondrias mantienen una proporción adecuada de los iones de calcio dentro de los compartimientos de las células. También, intervienen en la creación de una parte de los componentes de la sangre y las hormonas, entre ellos el estrógeno y la testosterona.
Enfermedades con implicaciones mitocondriales
Cuando hay una falla a nivel mitocondrial, se ocasionan diversas padecimientos de salud. Es importante acotar que no existe un síntoma único y particular para diferenciar una de estas patologías. Se pueden presentar una serie de afecciones desde el nacimiento, en la adultez o en la vejez.
Un ejemplo de estas afecciones es la Neuropatía óptica hereditaria de Leber. Es de carácter neurodegenerativo y consiste en la pérdida repentina de la visión en personas portadoras.También destaca la Enfermedad de Luft, miopatía mitocondrial ocasionada por desajustes de la fosforilación oxidativa en el músculo esquelético.
Por otro lado, se cuentan las alteraciones del ADN mitocondrial y del ADN nuclear, que acarrean patologías genéticas mitocondriales. Cuando esto sucede se produce un trabajo inadecuado de los mecanismos desarrollados en las mitocondrias. Algunas de las enfermedades pueden generar disfunción a nivel cardiaco y del sistema nervioso central.
Estudios realizados consideraron que posiblemente hay relación con padecimientos degenerativos vinculados a la vejez. Tal es el caso de las enfermedades de Parkinson y de Alzheimer. Ambas pudieran estar ligadas a complicaciones mitocondriales, manifestándose comúnmente en personas mayores. La mitocondria además, es poco compatible con el calcio, el cual puede desencadenar efectos tóxicos.
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