El faisán es un ave perteneciente a la familia Phasianidae. Aunque es originaria de Asia, se puede encontrar en casi todo el mundo. Habita en bosques abiertos y praderas. Su nombre científico es Phasianus colchicu. Se parece un poco a la gallina, pero su plumaje es más exótico y su silueta más estilizada. En la gastronomía es muy cotizada debido a la delicadeza y suavidad de su carne, y a los bajos índices de grasa y colesterol que aporta al organismo.
Características del Faisán
El dimorfismo sexual del faisán es evidente. El macho puede llegar a medir 90 centímetros (cm) de altura, mientras que la hembra usualmente alcanza los 63 cm. La tonalidad de sus plumas también los diferencia. Las de ella son marrón, mientras que las de él se muestran brillantes, con matices rojo, castaño, azul, verde o amarillo. En algunos casos puede presentar manchas negras. Ambos géneros tienen las patas grises.
El peso del faisán también varía de un sexo a otro. El de los machos es de 1,2 kilogramos (kg) en promedio, mientras que el de las hembras es de 0,9 kg.
La cabeza es pequeña, proporcional a su cuerpo. Su pico es arqueado y fuerte. La cola, larga y delgada, consta de 16 a 18 plumas. Las alas son anchas, cortas y redondeadas. Vuela en forma vertical y puede alcanzar los 10 metros de altura en pocos segundos, pudiendo escapar muy rápidamente en momentos de riesgo.
Se alimenta de materia animal y vegetal. Prefiere semillas, frutas, hojas, así como aves y mamíferos pequeños como lagartijas y culebras, entre otros.
Diversidad de especies
A lo largo de los años, se han podido contabilizar poco más de 40 variedades de faisán. Es raro hallar variedades totalmente puras, ya que existen muchas mezclas a partir del faisán común o Phasianus colchicus. Pueden distinguirse por el color del plumaje, la ausencia o presencia de una lista blanca en el cuello, por la tonalidad del obispillo, así como por las coberteras de las alas, y por la base de su cola.
Una de las especies más conocidas es el faisán de collar, que se caracteriza por el tono rojizo de su cara y de su tórax. El cuello refleja tonalidades blancas y verdosas, mientras que el pecho y la espalda es jaspeada o rayada, y la cola “adornada” con vetas oscuras.
Otra muy popular es el faisán dorado. Por lo general vive en cautiverio y es muy fácil de identificar por su copete anaranjado, su cuerpo rojo, su espalda amarilla y sus alas azules. Todo un espectáculo visual. La cola tiene forma de V invertida.
Reproducción del faisán
La reproducción del faisán en libertad se lleva a cabo en la época primaveral, puesto que se trata de un ave que requiere de mucho sol durante sus primeros días de vida para su desarrollo, es decir, es fotosensible.
Regularmente fabrica su nido en el suelo, en las cercanías de los extensos cultivos cereales. Puede poner entre 8 y 12 huevos, con la particularidad de que coloca uno cada dos días, mientras que la incubación se extiende entre 22 y 24 días.
Los machos practican la poliginia, es por esto que van acompañados de un harén de hembras. Cada faisán macho puede llegar a tener entre 6 y 10 parejas. Es normal que los peleen entre sí por la posesión y el control de ellas.
En los casos en los que la nidada pueda resultar destruida, comúnmente realizan una segunda puesta, pero con un menor número de huevos en comparación con la primera. En estos hechos particulares, la incubación puede durar entre 23 y 26 días.
Separación de la madre
El faisán bebé puede comenzar a volar a los 11 días de haber nacido. Es un pollo nidífugo, que permanece junto a la hembra por varias semanas, hasta que abandona el huevo y puede seguir a la madre. Ya a los 20 días es capaz de posarse sobre los árboles.
La primera muda ocurre aproximadamente a los dos meses de vida, usualmente en septiembre. Antes de su primer año de existencia, puede alcanzar su tamaño y plumaje definitivo, así como su madurez sexual.
Comportamiento del Faisán
El faisán es considerada un ave gregaria que suele unirse a bandadas temporales fuera de la cría. Este animal es terrestre, es decir, la mayor parte del tiempo puede andar y correr, pese a que también tiene la capacidad de volar distancias cortas.
Cuando se asusta ejecuta un fuerte ruido al batir sus alas, y emite sonidos de alarma a sus congéneres.
La velocidad de vuelo es de apenas 43 a 61 kilómetros por hora, pero puede extenderla a 90 km/h cuando se siente amenazado. Una vez que vincula a los humanos con el riesgo, suele ser muy esquivo para no ser cazado.
Según se ha comprobado, el faisán come únicamente en el suelo, pero pasa la noche en los árboles, para dormir protegido.
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