Como gato balinés se conoce a una raza de gato doméstico derivada del gato siamés, que se logró obtener por cruzamiento entre ejemplares de este animal y otros de pelo largo. A diferencia del siamés, tiene un pelo abundante, extenso y sedoso.
Otra teoría establece que el gato balinés es el resultado del cruce entre angora y siamés, debido a la similitud con los primeros en el pelaje, y con los segundos en las tonalidades.
Sea como sea, lo que sí está claro es que el primer ejemplar del gato balinés se encontró a finales de los años 40 en Estados Unidos. Podría pensarse que el nombre está relacionado con Bali, su aparente lugar de origen, pero al parecer le fue otorgado por sus primeros cuidadores estadounidenses, para mantener una referencia oriental.
La esperanza de vida de este animal es de 10 a 15 años. Su peso oscila entre tres y cinco kilos. Prefiere el clima frío al caluroso, y se presenta en prácticamente todas las variedades permitidas al siamés: foca, lila, azul, crema, chocolate, rojo, tabbies y tortie.
Comportamiento DEL GATO BALINÉS
El gato balinés se caracteriza por ser muy leal a su dueño. De hecho, si tiene un afecto muy grande por un miembro específico de la familia, lo más seguro es que sea indiferente con todos los demás. Si hay niños, puede convivir con ellos muy fácilmente. Es sumamente dócil.
Generalmente es dulce, expresivo, inteligente, simpático y sociable, pero también suele ser egocéntrico y celoso, por lo que es casi imposible que pueda convivir con otros miembros de su especie.
Constantemente trata de llamar la atención con sus travesuras, o realiza peticiones para que lo alcen. En comportamiento se diferencia del gato siamés, porque no es una mascota que salte, a menos que se le pida o se le permita. Es un excelente escalador y trepador.
La voz del gato balinés es muy suave y melodiosa, con una pizca de tranquilidad que lo hace parecer ante los demás como un gato notablemente aristocrático.
Descripción del gato balinés, sus características
La apariencia del gato balinés es esbelta, elegante, musculosa, pero delicada. Es elástico y de tamaño mediano, según la apreciación de la Federación Internacional Felina.
La cabeza de este animal es proporcional a su cuerpo. Es equilibrada, y con líneas rectas que inician en la nariz, y se van haciendo más anchas a medida que se acercan a las orejas.
El cráneo del gato balinés es ligeramente convexo. Su nariz es recta y larga, su hocico angosto, y su mandíbula de tamaño mediano. La punta del mentón se conecta con la punta de la nariz por medio de una línea vertical.
Los ojos de este felino son también medianos. No están hundidos ni son protuberantes. Tienen una forma almendrada, y ligeramente oblicua hacia el área de la nariz, que tiene una armonía con las líneas de la cuña. El color es azul brillante intenso, límpido y puro.
Sus orejas con anchas en la base, grandes y en puntas que no se inclinan hacia el frente.
Las patas son finas y largas, proporcionales al cuerpo. Sus pies son ovales y pequeños. El cuello es esbelto y largo, la cola es bastante larga, pero fina, incluso en la base.
El manto del gato balinés es sedoso y fino, de un tamaño mediano en el cuerpo, pero un poco más largo en los hombros y la cola, áreas en las cuales se observará erizado. No se caracteriza por tener un subpelo lanoso, como otras especies de su tipo.
La máscara de la cara, las patas, las puntas en las orejas y su cola conectan bastante bien con puntos de color. La máscara no se extiende sobre toda la cabeza, sino que se enlaza a las orejas mediante trazas.
La tonalidad del cuerpo del gato balinés es pareja, aunque presenta algunas sombras claras en los flancos.
Cuidados DEL GATO BALINÉS
Al gato balinés le encanta el aire libre, por lo que se le debe garantizar un lugar cómodo que le permita disfrutar de la naturaleza o, en su defecto, planificarle jornadas de salida diaria para que pueda satisfacer sus preferencias.
Es importante que se cumpla con el cepillado, al menos una vez por semana. Esto se debe a que su pelo puede formar enredos, suciedades y nudos que podrían traer dolencias o pequeños malestares a su piel. Durante la época de muda, se recomienda que el cepillado se haga una vez al día, con un cepillo especial para su tipo de manto.
Debe llevarse periódicamente al veterinario para mantener su buen estado de salud, limpiar sus años, cuidar sus orejas y proporcionar los medicamentos desparasitantes o vitamínicos que pueda requerir, según su condición.
Al igual que sus similares, el gato balinés debe tener un bebedero y un comedero solo para él, limpio y aseado. Además, se aconseja proporcionarle una cama mullida, rascadores, caja de arena y juguetes.
Su alimentación debe ser balanceada, preferiblemente con productos para gatos a base de proteínas. La comida casera no es adecuada para él, pues le hace perder el brillo y fuerza de su pelaje.
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