Los invertebrados han sido «equipados» por la naturaleza con un exoesqueleto denominado concha. Se distingue por su dureza y rigidez, así como por ofrecer un soporte a la anatomía del animal. Gracias a ella los moluscos están bien resguardados de los ataques de los depredadores. Está compuesta por un trío de capas, pero en ciertos ejemplares la concha puede carecer de alguna. A groso modo, a los moluscos que poseen concha se les clasifica como bivalvos o gasterópodos.
¿Cómo se componen sus capas?
A la capa más interna de la concha se le llama endostraco y, se puede decir, que es la está más en contacto con la piel del ejemplar. Acá se juntan los cristales de aragonito con la conquiolina. Unidos forman varias películas paralelas de aragonito y, en ocasiones, calcita. Las láminas van de espesas a chatas, con un efecto de cerámica. Aunque también podrán parecer irisadas, por la acción del nácar, cuando son delgadas y curvas.
En el centro se ubica el mesostraco. Acá el aragonito, calcita o carbonato cálcico aparece en cristales prismáticos. Se ubican de forma perpendicular o diagonal en relación a la concha. En ciertas ocasiones, las láminas parecen intercalar su inclinación, lo que resulta muy beneficioso para el invertebrado, pues se hará más fuerte.
A la última capa los expertos la bautizaron como periostraco. Es 100% orgánica, siendo su principal componente la conquiolina, y envuelve las otras capas. En la mayoría de las especies tiene un efecto mate, pero en algunas variedades puede mostrar una apariencia felpuda. Una de sus funciones es proteger a la concha de una reacción química con el mar. De lo contrario, se disolvería parcialmente. A su vez, evita que organismos de la superficie se adhieran a ella, y le resulta muy útil al animal para camuflarse.
El exoesqueleto de los bivalvos
Los bivalvos son moluscos que se caracterizan por contar con un par de valvas o conchas. Éstas se unen en su dorso a través de un ligamento flexible o gozne, lo que le permite abrir y cerrar ambos lados.
Puede tener cuatro tipos de valvas. Cuando son equivalvas su proporción y forma serán iguales, pero si son inequivalvas, difieren entre sí aunque pertenezcan al mismo invertebrado.
La concha puede ser rectangular, cuadrada o similar a un trapecio, cuando es así entra en la clasificación de subcuadrada. Si se corresponde perfectamente en ambos lados del eje central, entonces se está frente a una concha equilateral.
Moluscos gasterópodos
Tales animales cuentan únicamente con una concha, que suele denominarse caracola. Parte de un elemento asimétrico envuelto en un espiral. Su orificio puede quedar a la derecha o la izquierda.
El grueso de los gasterópodos la tienen a su derecha, y se les conoce como dextrógira. En el caso contrario se les llama levógira, y se abren a la izquierda. De forma general, la concha está compuesta por carbonato de calcio, es maciza y forma un espiral. Puede tener vías para respirar, costilla vertical, cordón espiral e inclusive sutura.
¿Cómo se forma la concha?
Cuando el molusco está en fase larvaria, la concha empieza a asomarse, y se desarrolla mientras el invertebrado viva. Los primeros giros se forman en esa etapa, aunque es común que se pierdan, debido a la fragilidad. Estos inicios son diferentes entre especies, pero en todas se le denomina protoconcha.
Su crecimiento en lugar de ser constante, ocurre por etapas. Las capas más superficiales nacen de segregaciones que producen las células de las orillas del manto. Así dan origen a surcos que pueden ser muy notorios.
Las condiciones climáticas impactan en gran medida en la formación de la concha. Asimismo, la realidad del molusco: si está estresado o enfermo.
Si todo marcha “sobre ruedas”, el crecimiento será bueno y los surcos tendrán una distancia regular entre ellos. En caso de ser altamente desfavorables, puede pausarse totalmente el proceso evolutivo de la concha.
Cabe destacar que las conchas de mayor grosor serán más antiguas que las delgadas. También es importante saber, que el molusco podrá reparar su casco en caso de que éste enfrente algún daño.
¿Cuál es su utilidad?
Las conchas pueden usarse de distintas formas. En primera instancia, el hallazgo de una concha en áreas montañosas sugiere que antes hubo un mar allí. Como si fuera poco, en la Edad de Piedra muchos las usaron como collares, según los expertos.
En latitudes como Norteamérica, el Caribe y África, se les empleó como monedas. También se utilizaron como instrumento musical, artículo religioso o herramienta. Es común encontrar algún camafeo, botón, abanico, collar o pulsera que contenga incrustaciones o partes de ellas.
¿Cómo se forman las perlas?
Ciertos moluscos segregan nácar que se deposita en la parte interior de la concha. Así el animal alisa su «hogar», mientras se protege de molestos parásitos o desperdicios. Hay oportunidades en las que el molusco no logra deshacerse del desperdicio. Así que inicia la enquistación, donde recubre el material poco a poco con películas nacaradas, dando origen a las perlas. La enquistación durará tanto como viva el animal.
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