En la región costera del sur de Alaska, se encuentra un pariente muy cercano del oso grizzly: el oso Kodiak. Su nombre es originario del archipiélago Kodiak (en el golfo de Alaska, en el Océano Pacífico), donde habita de forma exclusiva. Constituye la subespecie más grande de oso pardo.
Los científicos lo bautizaron como Ursus arctos middendorffi. Por sus enormes proporciones se ganó el mote de oso gigante de Alaska. A la par del oso polar, se cuenta entre los carnívoros terrestres de mayor tamaño.
La carencia de un depredador natural ha ayudado a mantener estable la población de este animal. Además, dispone de variados alimentos, y las bajas temperaturas de su entorno propician los hábitos hibernales.
Características del oso Kodiak
El oso Kodiak goza de una complexión sólida y un pelaje más espeso que el de la mayoría de sus familiares. Su esperanza de vida es de 20 a 25 años. Su pelaje oscila entre el rubio, el naranja y el pardo. Los oseznos conservan un anillo níveo que rodea su cuello en los primeros años.
Se distingue del oso grizzly porque su cara es clara, en comparación con el resto de su pelambrera. La hembra del oso Kodiak puede alcanzar los 200 kg, mientras que el macho sobrepasa los 300 kg. Hay registros de ejemplares que superaron los 650 kg.
Es común que el macho almacene cerca de 50% de grasa, aunque la hembra rebasa esa cifra cuando está embarazada. Estando en cuatro patas mide 1.3 metros, y en dos aproximadamente 3 metros.
Destaca su cabeza, que es de grandes proporciones. Posee fuertes dientes y mandíbulas capaces de destrozar a sus presas. Sus garras son delgadas y alargadas, además de retráctiles. Carece de buena vista, pero ostenta un agudo sentido olfativo y auditivo. Es un diestro nadador. Se dice que puede nadar a 56km/h.
Aprendiendo sobre su comportamiento
En libertad, el oso Kodiak prefiere la soledad, sin ser territorial. Si el alimento se halla en zonas chicas, se pueden apreciar grupos de 60 ejemplares. Así ocurre con las áreas de desove del salmón, parches de bayas, vertederos y espacios donde aparezcan ballenas muertas.
Es tolerante y tiene gran instinto de supervivencia. Hace gala de su amplia inteligencia, para evitar batallas y trabajar en equipo. Solo habrá peleas si el alimento escasea. También puede variar su conducta si se siente amenazado. En cautividad es bastante dócil.
Se relaciona usando señales auditivas y gestos. Se muestra especialmente activo durante el día e hiberna a finales de octubre. La hembra gestante es la primera en entrar a la cueva, luego el macho se suma a ella. Éste abandona la guarida a principios de abril, mientras que la hembra (que ahora es mamá) espera hasta finales de junio.
Al estudiar a las poblaciones de este espécimen, se halló que son endogámicos, es decir, que se reproducen entre individuos de ascendencia común. Por esta particularidad, son más vulnerables a contraer parásitos y padecimientos, si se compara con otros tipos de osos.
Alimentación del oso Kodiak
Este género es omnívoro. Al acabar la hibernación, comerá el follaje incipiente, así como animales muertos. En la época veraniega no duda de “servirse” césped, bayas, nueces y raíces. Inclusive los invertebrados o las algas arrastrados a las costas por el viento, constituyen un bocadillo para él.
Dentro del archipiélago puede encontrar cabras, ciervos y alces, pero pocos de estos ejemplares se convierten en sus presas. Un dato curioso, es que el oso Kodiak puede intuir en qué etapa del año está. Por ello, puede aprovechar la comida de temporada. Así es como aprovecha los meses de mayo a septiembre, para disfrutar cazando al salmón.
reproducción del oso Kodiak
El oso Kodiak madura sexualmente al cumplir los 5 años. Tiene una pareja de por vida e inicia la época de coito entre mayo y junio. Coincide con la mayor abundancia de comida.
En este aspecto se distingue del grueso de osos, porque el macho no tiene que competir con otros por el derecho a estar con la hembra.
La hembra tiene una fecundación tardía. Es decir, retrasa la adhesión inmediata del embrión al útero. Así los oseznos nacen durante la hibernación, entre enero y febrero del año entrante. Pare camadas de máximo tres oseznos, cada uno nace con un peso aproximado de 450 gramos. La mamá los amamantará por meses.
Los machos adultos buscan aparearse otra vez con la osa, pero ella estará ocupada cuidando a los oseznos. Por ello, se aparean únicamente una vez cada cinco años. Lo malo, es que atacan a las crías.
La osa lucha con ahínco por sus cachorros, pero pierde contra el poderío y proporción del macho. Las crías que sobreviven se quedan por tres años junto a mamá osa.
Se estima que existen más de 3000 ejemplares. Carece de un depredador natural, pero padece el canibalismo del oso Kodiak macho.
En la actualidad, se permite la caza regulada. Al año mueren unos 160 ejemplares, sin que ello los ponga en peligro de extinción.
Deja una respuesta